Amnistía Internacional reconoce 4 nuevas “personas presas de conciencia” en Cuba
Amnistía Internacional (AI) ha reconocido a Félix Navarro, Sayli Navarro, Roberto Pérez Fonseca y Luis Robles como “personas presas de conciencia” en Cuba, anunció este 23 de octubre la organización internacional de derechos humanos.
“Estos nombramientos son un reconocimiento a las decenas de personas que permanecen en prisiones en Cuba por ejercer pacíficamente sus derechos, a todas aquellas personas que viven sistemáticamente bajo vigilancia, hostigamiento y amenaza de criminalización”, dijo Ana Piquer, directora de las Américas de Amnistía Internacional.
De acuerdo con Piquer, de esta manera la ONG reconoce “la valentía y resistencia de las personas que en Cuba se sobreponen a la represión permanente y generalizada y luchan por sus derechos y los de todas las personas”.
El gesto de AI ocurre en medio de una ola represiva e intimidatoria por parte del Estado cubano contra la ciudadanía, debido a decenas de protestas pacíficas realizadas desde el pasado 18 de octubre, cuando colapsó el sistema nacional de suministro de electricidad en Cuba.
La directora de las Américas de Amnistía Internacional agregó que “es imperativo que la comunidad internacional muestre su solidaridad y exija la liberación inmediata de las personas presas por ejercer sus derechos, y el cese de la represión y el hostigamiento contra aquellos que disienten en Cuba”.
Celebramos que Amnistía Internacional haya declarado personas presas de conciencia a otros cuatro cubanos, entre cientos castigados con el presidio político. Nos unimos a la organización internacional en la petición de sus liberaciones, inmediatas e incondicionales, así como las de cerca de 1000 personas encarceladas por ejercer sus derechos.
¿Quiénes son las personas presas de conciencia en Cuba?
El opositor político Félix Navarro (71 años) fundó el Partido por la Democracia “Pedro Luis Boitel”. Ha sido preso político en tres ocasiones, incluida una condena de 25 años durante los procesos penales conocidos como la “Primavera negra” (2003), por la que en ese momento también fue declarado preso de conciencia. En marzo de 2011 fue excarcelado mediante una licencia extrapenal.
Navarro fue coordinador, durante más de 30 años, de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y se vinculó a otras iniciativas cívicas, como el Consejo para la Transición en Cuba y la plataforma Cuba Decide. El régimen lo condenó a 9 años por hechos relacionados con el estallido social de julio de 2021 (11J).
Desde su última entrada a la cárcel, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) ha registrado de forma consistente denuncias sobre su delicado estado de salud, fundamentalmente por diabetes, y la falta de medicamentos y de atención médica para tratarla. Incluso, sufrió desmayos por esta condición.
Félix Navarro ha sido amenazado con frecuencia por reportar desde la prisión violaciones de derechos humanos y lo han sometido a registros corporales y requisas humillantes.
Su hija Sayli Navarro (38 años), comunicadora independiente y parte del movimiento Damas de Blanco desde muy temprana edad, fue expulsada de la universidad en 2010 por motivos políticos. La policía política la ha sometido a múltiples detenciones arbitrarias, interrogatorios y amenazas.
La joven disidente fue arrestada de forma violenta junto con su padre, cuando se interesaban en la comisaría de Perico (provincia de Matanzas), por la suerte de manifestantes detenidos durante las protestas del 11J. En marzo de 2022 la sentenciaron a 8 años de privación de libertad.
En reiteradas ocasiones las autoridades le han negado la progresión al régimen de menor severidad y la obtención de beneficios en prisión, alegando explícitamente su posición política. También la han sancionado por enviar mensajes con posicionamientos políticos desde la prisión y le han requisado diarios donde llevaba registros de las violaciones de derechos cometidas en la cárcel, así como libretas con números de teléfonos de personas con las que se comunica.
Por su parte, el manifestante del 11J Roberto Pérez Fonseca (41 años) purga una pena de 10 años de prisión por su participación en las protestas de 2021. Su arresto fue criticado por el Grupo de Trabajo de detenciones arbitrarias de Naciones Unidas, así como el proceso penal sin garantías al que fue sometido.
Pérez Fonseca es uno de los presos políticos más castigados por su actitud firme dentro de la prisión. En varios de los informes mensuales elaborados por el CDPC aparece entre los reclusos víctima de mayor cantidad de violaciones de derechos, las cuales son denunciadas de manera sistemática y oportuna por su familia.
Solamente en 2024, el CDPC ha registrado 31 hechos violatorios contra Pérez Fonseca, siendo los más frecuentes las negaciones de atención médica y el envío a celdas de castigo y sometimiento a condiciones de encierro que clasifican como tortura.
El activista independiente Luis Robles (32 años) se manifestó públicamente en diciembre de 2020 en La Habana, con un cartel a favor de la “libertad”, contra la represión y exigiendo la excarcelación del rapero Denis Solís. Esta declaración solitaria y pacífica fue suficiente para que el régimen lo condenara, en marzo de 2022 y tras un largo periodo de “prisión provisional”, a 4 años y 6 meses de privación de libertad por supuesta “propaganda enemiga” y “desobediencia”.
Según ha documentado el CDPC, durante su estancia en prisión Robles ha padecido de gastritis, hemorroides y tuvo sangramientos en la orina sin que recibiera atención médica oportuna. Arbitrariamente, le fue demorado su paso a régimen de menor severidad y aún le niegan la libertad condicional. La Seguridad del Estado lo ha amenazado con mayores represalias por las denuncias que hace en redes sociales su madre, que expone las violaciones cometidas contra el preso político.
Antes del nombramiento de nuevos presos de conciencia, anunciado por AI este 23 de octubre, había sido reconocido como tal, el pasado 8 de julio, el exprofesor Pedro Albert Sánchez.
Condenado a 5 años por su participación en las protestas del 11J, bajos los cargos de “desacato” y “desórdenes públicos”, el defensor de los derechos humanos, de 68 años, permanece recluido arbitrariamente en Cuba desde el 22 de noviembre de 2023. A pesar de sus críticos problemas de salud, que incluyen el cáncer, se le niega una atención médica adecuada.
También han sido considerados presos de conciencia el rapero Maykel Castillo Pérez (“Osorbo”), el artista visual Luis Manuel Otero Alcántara, el líder opositor José Daniel Ferrer y la pareja de sacerdotes yorubas Loreto Hernández y Donaida Pérez.