Duannis León: la juventud robada a un manifestante del 11J

El preso político cubano Duannis Dabel León Taboada protestó durante 12 días de julio de 2025 contra las condiciones de su arbitrario encierro, mediante una huelga de hambre en la prisión de máximo rigor “Combinado del Este”, en La Habana, para “exigir libertad y justicia”.
A pesar de que decidió deponer la huelga, durante el mes de agosto también sufrió las violaciones a sus derechos, como ha ocurrido desde que fue condenado por las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en la Esquina de Toyo del municipio Diez de Octubre, en la capital cubana.
Con apenas 27 años recién cumplidos el pasado 19 de agosto, Duannis ha sido despojado de una parte de su juventud por hechos relacionados con el estallido social del 11J, que fue zanjado con cerca de 1600 personas detenidas, muchas de las cuáles continúan cumpliendo injustas sentencias.
A Duannis León lo condenaron a 14 años de privación de libertad, luego de que la Fiscalía solicitara 21 años de cárcel. Durante su encierro por motivos políticos ha enfrentado torturas psicológicas y físicas, ha sido recluido en calabozos de aislamiento y lo han castigado con restricción de alimentos. Su caso fue uno de los visibilizados en agosto por Justicia 11J como parte de la campaña “Ni un año más en prisión” (#NiUnAñoMásEnPrisión).

Aunque la más reciente huelga de hambre deterioró gravemente su salud, el joven fue enviado a una celda de castigo tras detenerla para cumplir con una petición de su madre, Yenisey (Jenni) Taboada Ortiz. A inicios de agosto ella denunció que, al regresar al encierro en una celda del penal tras un breve periodo en el hospital para reclusos del Combinado, donde fue ingresado por su inanición voluntaria, Duannis no tenía un lugar adecuado para dormir y se vio obligado a colocar el colchón en el suelo.
Luego de que intentó defenderse en un altercado con dos carceleros del Edificio 2 que lo maltrataron, el preso político terminó castigado, según el testimonio de Taboada Ortiz ofrecido primero a Martí Noticias y confirmado luego por ella en conversación con Justicia 11J.
De acuerdo con una publicación en Facebook de la activista Tania Tasé, quien está en contacto directo con Taboada Ortiz, “Duannis León Taboada recibió una golpiza, apenas unos días después de deponer la huelga de hambre (…) [la agresión fue] ordenada por el jefe del Edificio 2 de la prisión de máxima seguridad Combinado del Este”, a quien la activista identificó como el mayor Luis Alberto Arango Pestana, responsable de múltiples violaciones de derechos de personas privadas de libertad.
“Mi hijo todavía no se ha recuperado de una huelga de doce días y ahora vuelve a estar en una celda de castigo. ¿A dónde vamos a parar? ¿De qué va todo esto? Ya es demasiado”, lamentó Taboada Ortiz entonces, en declaraciones a Martí Noticias.
Días después del incidente denunciado, a mediados de agosto Duannis pudo ver a su madre en el Combinado del Este, en lo que fue la primera visita reglamentaria que le permitieron recibir en dos meses.
Taboada contó que en el plano emocional lo notó más fortalecido. “Lo vi más recuperado psicológicamente, y eso me dio mucha alegría”, afirmó la madre del preso político.
Sin embargo, aunque han transcurrido semanas desde que abandonó su protesta, las secuelas físicas todavía no han desaparecido. Tampoco ha podido comunicarse de forma regular: “aún se está recuperando de esa huelga de 12 días. No está llamando por teléfono con frecuencia, parece que cuesta trabajo en ese lugar, y además en un reglamento nuevo para los presos se estableció que solo habría posibilidad de comunicarse un día sí y otro no, pero a veces, cuando se supone que le toca llamar, tampoco ha podido”, dijo Yenisey Taboada para esta nota.
Como ocurre con frecuencia entre familiares de presos políticos reprimidos en Cuba, la aparente tranquilidad de los últimos días no despeja la zozobra de la madre de Duannis León. Teme que en cualquier momento puede cambiar el escenario.
Además, la insalubridad y otras condiciones precarias en el sistema penitenciario agravan el estado del joven, quien muestra un evidente deterioro físico tras la huelga de hambre, así como una salud afectada por un padecimiento renal desde que era niño y dificultades de visión provocadas por un episodio de represión en el penal, entre otros problemas.
“En ese edificio [No. 2] está tratando de adaptarse, en los primeros días hubo bastante acoso sobre él, le dieron golpes el mismo día que lo trasladaron y luego lo llevaron a la celda castigo. Después me estuvo comentando que seguían provocándolo, pero ahora mismo está en paz”, dice a Justicia 11J.
“Veremos si nos mantenemos así un rato… Sería lo ideal, porque el pobre… Hemos pasado por mucho”, agregó la madre, quien también menciona que “a los presos políticos no los dejan tener condiciones” dignas en el penal.
A pesar de que ya lleva más de cuatro años recluido por manifestarse y debería ser beneficiado con, al menos, un régimen carcelario de menor rigor, a Duannis “le han denegado dos veces” ese derecho, explica su madre. “Ahora le toca en abril del 2026, veremos si se lo dan, porque debería ir a un campamento [de trabajo]”.
Emprendedor y sensible, Duannis León ha sido castigado por no callar ante el poder. En prisión ha intentado recuperar algo del tiempo robado por el régimen del Partido Comunista, leyendo y escribiendo poemas. Como él, cientos de jóvenes merecen un país donde manifestarse sea un derecho garantizado y no un boleto al infierno de las prisiones cubanas.